¡Hola a todos! Esta semana vamos a enfocarnos en mejorar nuestras habilidades técnicas. ¡Esto nos ayudará a tocar la Sonata de manera más expresiva y precisa!

Tarea 1: Técnica en acción 

Identifica las partes más desafiantes de la Sonata. Podrían ser rápidas escalas o pasajes complicados. Marca en tu partitura de estudio los pasajes retantes. En rojo lo relacionado con el ritmo y la digitación, en azul si son desafíos para el aire y su presión y en verdes si tienen que ver con la expresión o la afinación. 

Después, propón ejercicios que puedan ayudarte a trabajar esos pasajes en concreto. Dedica unos minutos a analizar el pasaje y el problema que presenta. ¿Cuál es el foco del error? ¿Qué está fallando en mi técnica como para que no me salga? En función de la respuesta concreta para cada pasaje, diseña una solución. 

Tarea 2: Expresando las Emociones

Una vez que has trabajado técnicamente la partitura, debes reforzar el fraseo. Marca con tu lápiz las notas culmen de cada frase y sé consciente de cuáles son maquillaje. Canta las frases con la mayor simplicidad posible. Trabájalas con la presión, sólo caña, todo ligado, y poco a poco incluyes ingredientes sin perder la idea original.

Ahora, explora las dinámicas y articulaciones en la partitura. ¿Qué significa cada signo? ¿Cómo podemos usarlos para expresar diferentes emociones? 

Con los conocimientos que tienes sobre el clasicismo y las versiones que has escuchado, analiza el tipo de picado que has elegido y corrobora que es el más adecuado a la partitura y cada uno de los pasajes. Recuerda, que en este periodo todavía se puede jugar con las articulaciones y tu partitura no presenta apenas ninguna, por lo que puedes reflexionar sobre qué articulación quieres emplear en cada pasaje. La articulación implica dicción en nuestro discurso, es importante que acompañe a tu idea de fraseo, la facilite. 

Tarea 3: ¡Tú eres el Protagonista!

Ya está trabajada la obra, lo que necesitas ahora es cargarte de seguridad para poder defender tu versión en público. Para ello, escribe o dibuja una historia. Emplea imágenes que te ayuden a expresar cada momento de la obra. Recuerda que pueden ser personajes, colores, paisajes, diálogos, emociones o sentimientos. Todo vale. 

Por último, reflexiona y crea los post-it con los tres objetivos (máximo) que te ayudarán a permanecer en tierra técnicamente y te darán alas para expresarte en el escenario.